Por segundo encuentro consecutivo, Náutico salió a la cancha con una bandera muy especial, haciendo hincapié en una lucha importante como lo son las adicciones. 

“Ni un pibe menos por la droga” titula la bandera que Mauro Altamirano creó para concientizar y creer en el deporte como una herramienta fundamental para luchar ante las adicciones. 

Mauro (38 años), oriundo de Melincué, decidió cambiar de vida y comenzó un arduo trabajo para vencer su adicción a las drogas. En ese camino apuestan a trabajar junto a la comunidad para vencer los tabúes que existen socialmente sobre una problemática que atraviesa transversalmente a toda la sociedad. 

“Un día me dijeron que como me ayudaron tenía que ayudar, y eso me quedó en la cabeza como proyecto y futuro”, narró Altamirano, que está muy agradecido con su actual vida y se prepara para seguir ayudando involucrándose en cursos sobre la temática. 

“La bandera surgió en un galpón en Rosario, donde pasan más de cien chicos por día, que hacen talleres de carpintería, danzas, manualidades”, expresó Mauro, que colabora en el lugar, justamente llamado Ni un pibe menos por la droga que está circulando en distintos clubes del sur santafesino.

“Participo contando mi experiencia de vida, porque es así, hablando sobre lo que me pasó genera más ganancia que decirles lo que tienen que hacer o no hacer”, comentó y agregó: “Los chicos me escuchan, les dejo mi número de teléfono para que me llamen y hablemos cada vez que me necesiten”. 

“Me metí en el club porque siempre amé al fútbol y dije que iba a entrenar a los arqueros, pero sabía que iba con otro fin”, confesó Mauro, que agradeció al Presidente del Club y a los jugadores por abrirle las puertas.

“Quiero que los chicos me tengan en cuenta para ayudarlos, que me puedan tener como un líder positivo”, narró Mauro, que además de su participación en los clubes y en el galpón en Rosario, también colabora en la Capilla de barrio Fredriksson.