Es difícil contabilizar cuántas vidas se salvaron desde que empezó a usarse el casco en Firmat. No obstante, hace muchos años que las lesiones graves o la perdida de una vida por accidentes en moto dejaron de ser noticia en la ciudad.

“Uno empieza a recordar 14 años para atrás y fueron tiempos bravos”, aseguró la Técnica en Seguridad Vial, Alicia D´Alleva, quien ese momento se desempeñaba como Coordinadora de Tránsito de la Municipalidad, la cual planteó: “Hubo que empezar a enseñarle a la gente que había que cuidarse la cabeza, porque ya habíamos tenido varias muertes en siniestros viales por moto por no usar casco”.

Acostumbrarse a utilizar el casco no fue una tarea sencilla. Como todo cambio, al principio generó resistencia en varios vecinos. Lentamente, algunos fueron tomando conciencia y otros advirtieron que serían sancionados en caso de no adherir a la medida de seguridad.

“Fue un trabajo en conjunto”, recordó D´Alleva, la cual mencionó a “la agrupación de motos (AMFAP), Cruzadas Solidaria, Bomberos Voluntarios y varias instituciones más pusieron su granito de arena para poder llevarlo adelante”.

En relación a su labor particular, aseveró: “Fue bastante duro y a veces me encontraba sola. Me tocó recibir muchos agravios, ir por la ciudad y que alguien baje la ventanilla y gritarme cosas. Ahora están los resultados y es algo que destaca a nuestra ciudad”. 

El casco

El uso obligatorio del casco comenzó a regir el 16 de enero de 2006, durante el gobierno del intendente Carlos Torres. Dos meses antes de aplicar la medida, en noviembre de 2005, la Municipalidad empezó a realizar un trabajo de concientización. Para despejar las dudas sobre un interés recaudatorio, la decisión fue canjear la multa por un casco.

Por la política llevada adelante en relación al uso de casco, en 2014 La Municipalidad de Firmat recibió el “Premio Luchemos por la Vida 2014”.

En la actualidad, la experiencia de Firmat es un ejemplo en toda la región y varias localidades intentan replicarla para cuidar a sus motociclistas.