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Rural | 25/11/2020
El Correo en el campo
Pocos milímetros… muchos insectos

El panorama climático, en cuanto a lluvias, no se reactiva, y la falta de humedad junto con temperaturas elevadas durante el día, posibilitan la multiplicación de insectos dañinos para los cultivos de la región.

La principal herramienta con la que se cuenta, en este aspecto, es el monitoreo de los lotes. Realizándolo, se va a conocer si el cultivo implantado está siendo afectado por alguna plaga, se va a reconocer o identificar a la misma, si está causando un daño económico o si está en una población aún por debajo del mismo, pudiéndose determinar de esta manera la realización de un control específico o no. Además también permite identificar aquellos insectos conocidos como “benéficos” que se encargan de “mantener a raya” a aquellos que afectan directamente el resultado productivo de un cultivo.

Este último dato, muy importante para lograr un manejo integrado de los lotes, permite en situaciones determinadas no realizar ningún control, ya que es la misma naturaleza la que se encarga de mantener ese delicado equilibrio.

Con un cultivo de trigo en sus últimas etapas, después de haber padecido uno de los peores años climáticamente hablando que se recuerde, el foco de atención hay que ponerlo en los lotes de maíz y soja de primera que se encuentran en pleno proceso de crecimiento y desarrollo.

El fenómeno de contar con precipitaciones por debajo de lo normal, y temperaturas que se van elevando por la época del año que transitamos, somete a los cultivos a un estrés hídrico/térmico que los hace más vulnerables a cualquier factor adverso, llámese en este caso insectos. 

Al mismo tiempo, en caso de ser necesaria la realización de una aplicación para controlar esa plaga, el resultado de la misma y el comportamiento de los productos utilizados, cambian notablemente de efectividad debido a que las condiciones ambientales para la aplicación no son las adecuadas. En situaciones como estas, ha sucedido que después de realizar un control, y ante una presión de plagas importante, el remanente de insectos vivos a los pocos días vuelva a estar por encima del umbral de daño económico, obligando a un nuevo control.

¿Que se observa en los lotes?

En los cuadros productivos de soja de primera, lo que se está observando con mayor significancia son situaciones de daño por trips. Esta plaga provoca daños directos al cultivo causando un “raspado” de los tejidos, luego de lo cual las plantas afectadas se observan de un color grisáceo y daños indirectos transmitiendo enfermedades causadas por virus que también puede ocasionar la muerte de las plántulas. Es una plaga asociada directamente a condiciones de estrés hídrico y si bien las lluvias no lo controlan, sí le permiten al cultivo recuperar el estado de turgencia y sobreponerse al daño que ocasiona.

También se observan en situaciones puntuales reducción del stand de plantas por ataque de orugas cortadoras y también se observaron situaciones donde se encontraban los granos comidos por orugas como la del gorgojo o mosca de la semilla.

Se espera un aumento en los próximos días de la población de isoca bolillera, una plaga que tiene un umbral de daño económico muy bajo, y de muy difícil control, ya que en sus primeros estadios se encuentra protegida por el mismo foliolo de la hoja de la cual se alimenta, lo que dificulta su mojado cuando se realizan las aplicaciones.

Un comentario entre los productores es la presencia del “bichito verde” en los lotes de soja con maíces como cultivo lindero. Esta vaquita fitofaga conocida con el nombre de Megascelis sp., muy movedizos, causan defoliaciones importantes en los primeros estadios del cultivo, obligando en algunas situaciones a realizar tratamientos específicos.

El monitoreo es todos estos casos, es la principal herramienta para decidir cuándo realizar el control y que productos utilizar.

En los lotes de maíz, ya con un desarrollo de seis hojas verdaderas promedio, la incidencia de las plagas comienza a disminuir. No obstante esto los lotes presentaron reducción del stand de plantas por ataque de orugas cortadoras y una alta incidencia de daño por chinche de los cuernos, plaga cada vez más presente  durante todo el año afectando no sólo a la soja como era anteriormente, sino también a trigo y maíz de distintas maneras.  

Un problema que puede presentarse y más específicamente en los lotes que estén destinados a siembras de segunda del cereal de verano, es el ataque del gusano cogollero. En esta situación particular se está observando en las últimas campañas que algunos eventos transgénicos no están teniendo una buena performance en el control de esta plaga, obligando a realizar tratamientos con insecticidas específicos.  

Como podrá observarse, la falta de lluvias no sólo afecta el estado general del cultivo, sino también la aparición y aumento de la incidencia de las plagas que lo afectan. La reactivación de las mismas se torna indispensable para seguir transitando una campaña agrícola que hasta el momento presenta más incertidumbres que certezas desde el punto de vista productivo.

Por último se recomienda intensificar el monitoreo de los lotes para evitar o minimizar daños que produzcan mermas significativas en el rendimiento de los cultivos. 

 
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Periodista/Fuente: Ing. Agr. Ricardo Miranda - Mat. 82-2-0514
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