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Educación | 11/05/2021
Por Micaela Pellegrini
Los Baby Boomers y el boom de la vacuna: reflexiones en torno a una generación que sigue aprendiendo de las experiencias
Durante los meses de abril y mayo del corriente año, se potenció la aplicación de la vacuna contra el coronavirus hacia los/as adultos/as mayores. Entre este último grupo de ciudadanos y ciudadanas, se encuentra la generación denominada Baby Boom catalogada, frente al advenimiento del coronavirus, como una de las franjas etarias “de riesgo”. Esta cohorte demográfica se corresponde a un puñado de mujeres y varones que hoy tienen más de cincuenta y tanto… y que protagonizaron una vida marcada por los cambios, los conflictos sociohistóricos y su correspondiente aprendizaje.

¿Quiénes son los baby boomers? Esta denominación se refiere al grupo de mujeres y varones que nacieron entre los años 1944 y 1964. Dicha terminología está inspirada en un fenómeno demográfico producido fundamentalmente en los países europeos. Durante el período de posguerra (Segunda Guerra Mundial), se materializó una explosión de natalidad, un fenómeno social que se produce normalmente después de superar escenarios catastróficos. Sin embargo, pese al tráfico conceptual, en nuestro país también tenemos a nuestra generación baby boom con sus características específicas.1


Estos/as representan el 19 % de la población argentina. Nacieron principalmente en hogares cuyos roles sociogenéricos estaban prefijados y los mandatos sociales y económicos (como el trabajo estable y el ahorro) eran muy exigentes y rigurosos. Fueron educados/as a partir de las lógicas binarias del patriarcado, destinatarios/as de una educación juiciosa y tradicional, aunque también han vivido los vertiginosos cambios del modelo social.

Por ejemplo, vivenciaron la sanción del voto femenino; la irrupción de la televisión; el movimiento hippie; la píldora anticonceptiva; la llegada de la minifalda; The Beatles; Mafalda; la Guerra Fría; la caída del Muro de Berlín y la globalización. Pero también, sufrieron la sucesión de diferentes Golpes de Estado; masacres; La noche de los bastones largos y La noche de los lápices; la colimba. Muchos amigos/as desaparecieron, otros fueron a la Guerra de Malvinas y finalmente estuvieron quienes pudieron disfrutar del retorno a la Democracia. Los baby boomers también resistieron a la superinflación, a la convertibilidad y a la crisis económica y política del 2001.


Sin duda, estas marcas contextuales tallaron, en la mayoría de los/as Baby Boomers, una personalidad versátil, guerrera y flexible a los cambios. Estos aspectos, los/as diferencia sustancialmente de sus progenitores/as quienes aun no pueden reconciliarse con la masividad de internet, los teléfonos inteligentes y las redes sociales.

En efecto, de acuerdo a una investigación realizada por IPSOS2, los tres ejes fundamentales que posee esta generación en la actualidad son: la libertad, el deseo y el dinero. Por lo cual, el siglo XXI los/as encontró de la siguiente manera:
1. Se encuentran con mayor disponibilidad para llevar adelante sus propias iniciativas. En general, ya no tienen a su cargo a otras personas y eso representa una gran oportunidad para nuevos comienzos.
2. El disfrute y deseo deja de ser mala palabra y se resignifican bajo una consigna individualista. Ya no se vive para el bienestar de otros/as, sino para ellos/as mismos/as. El sexo ya no es un tabú.
3. Poseen independencia financiera. Tienen tiempo, deseo y dinero para cumplirlos3.

De tal modo, detrás queda el estereotipo del abuelo o abuela encorvado y portando un bastón. Los/as recientemente jubilados/as han aprendido a utilizar independientemente su tiempo libre en aquellas cosas que les otorga placer.

Ahora bien, a partir del año 2020, estos rasgos fueron ocultados por uno en particular: el peligro. A partir de la cristalización de la pandemia producida por el COVID-19, la generación de la libertad, el deseo y el dinero, fue afectada de sobremanera por la incertidumbre, el miedo y la preocupación. De pronto se vieron aislados/as perdiendo parte de su libertad (al quedarse en casa), debieron implementar cambios en su salud integral, los/as otros/as se vieron muy preocupados por su estado físico y psicológico, tuvieron que desarrollar un curso acelerado de virtualidad y finalmente, reacomodaron el disfrute hogareño.

¿Cómo impacta este cambio contextual en la generación que vivió las mayores transformaciones y cuyo slogan es la libertad y el disfrute?

Su cotidianeidad doméstica se vio impregnada por las redes sociales, (principalmente Facebook) espacio en el cual pueden escapar al proceso de estigmatización que promulga la televisión. Además, festejan cumpleaños y demás fechas significativas (incluso nacimientos) a través de medios virtuales. Han aprendido a hacer “muchas cosas” por medio de tutoriales: yoga, manualidades, recetas, arreglos en el hogar, jardinería, entre otras. Más allá del malestar general que acompaña a una pandemia, los Baby Boomers demostraron, una vez más, tener la capacidad de resignificar el contexto para aventurarse “a la nueva normalidad”.

Finalmente, pese a ser considerados como una población de riesgo, se auto perciben como sanos/as y deseosos/as por retomar a sus vidas. Desean recuperar su independencia sin controles ni vigilancia y el “pinchazo” promete ser un nuevo comienzo hacia esa dirección.

1 Es pertinente aclarar, que esta conceptualización está destinada a sectores cuya clase social posee beneficios sociales, culturales y económicos.

2 Enlace: https://bit.ly/3bn9wsz 

3 Enlace: https://bit.ly/3bn9wsz 

Periodista/Fuente: Por Micaela Pellegrini Malpiedi | Profesora, Licenciada y Doctora en Ciencias de la Educación (UNR-ISHIR/CONICET)
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