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Interés General | 20/06/2021
Por Mariano Carreras
Día del Padre: un adelantado

En el marco del día del padre, compartimos un relato del escritor y periodista de El Correo, Mariano Carreras, titulado "Un adelantado"

Pedro Carreras, mi viejo, fue un adelantado. A principios de los noventa inició el trueque. Años más tarde, gran parte de los argentinos seguiría sus pasos. En realidad, lo que se le adelantó fue la crisis. La economía formal le cerró las puertas antes que a otros. Entonces tuvo que innovar. 

Llegó a Firmat a principios de los ochenta. Junto a dos amigos, compró una estación de servicio. La búsqueda de un horizonte mejor para la familia lo ayudó a dejar su Rosario natal. Los primeros tiempos fueron difíciles. El desarraigo duele.

De a poco se acomodó al paisaje. El negocio empezó a andar. Tuvo una época buena. Recuerdo que unas vacaciones pasamos un mes en Carlos Paz. Después vino la hiperinflación y se llevó todo. O casi todo.

En los noventa, los socios se volvieron a Rosario. Mi viejo se quedó. En realidad, nos quedamos los seis: papá, mamá, mis hermanos y yo. Un par de años sobrevivimos con el bar de la estación. Fue en ese tiempo donde trocó café y cigarrillos por un Fiat 600.

 

El intercambio lo hizo con René, un parroquiano del bar que tenía una concesionaria de usados. Las ventas estaban flojas y tenía varios autos de clavo. Mi viejo, que andaba a pie, le ofreció cubrir con cafés y cigarrillos el valor del Fitito.

René dudó bastante. Nunca había vendido un vehículo a cambio de especias. Finalmente, aceptó el negocio. En un año el auto se pagó.

Este hecho convirtió a papá en un innovador de la economía informal. Más tarde, Menem, De la Rúa, Cavallo y Mauricio crearían millones de imitadores.

Periodista/Fuente: Mariano Carreras (El Correo)
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