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Regionales | 25/03/2023
Historia de una foto
Se estrenó la serie de Ringo Bonavena: los días del reconocido boxeador en Melincué

En noviembre de 2021, Disney anunció la inminente llegada de la serie biográfica de Ringo Bonavena. Finalmente, sobre el cierre de 2022 llegó la confirmación y este viernes 24 de marzo, a través de Star+, se estrenó “Ringo, gloria y muerte”.

Compuesta por siete episodios de 40 minutos filmados en diversas locaciones de las ciudades argentinas de Buenos Aires y Mendoza, Ringo, gloria y muerte fue dirigida por Nicolás Pérez Veiga, y es protagonizada por Jerónimo Giocondo Bosia.  

 

En ese marco, desde El Correo, acercamos una historia cercana, la historia de una foto de Ringo en Melincué.

HISTORIA DE UNA FOTO: LOS DÍAS DE RINGO EN MELINCUÉ

La mística no nace de un repollo. La mística se forja sobre la base de sucesos acontecidos en un lugar, emerge de historias vividas por hombres y mujeres que los años transforman en leyenda.

Ringo Bonavena tiene mística. Melincué también. Por eso no es casual que se hayan cruzado en el ring de la vida y hoy sean parte de una foto blanco y negro donde habitan relatos en colores.



En 1965, Bonavena tenía 22 años y ya gozaba del respeto de la popular del boxeo. Sus puños comenzaban a ser sensación en el Luna Park (Buenos Aires) y en el Madison Square Garden (New York) también. A fuerza de trompadas y coraje, Ringo ya ostentaba el carnet internacional de guapo. 

Cuando conoció las rejas de la Alcaidía de Melincué, el fortachón nacido en Parque Patricios todavía no era una leyenda, aún no había medido fuerzas con Muhammad Alí, aún no acunaba la pesadilla de ser asesinado a tiros en un ruin cabaret de Nevada (Estados Unidos).

Quienes alguna vez estuvieron cerca de Oscar Ringo Bonavena, aseguran que era un niño rebelde y pícaro dentro del cuerpo de Hulk. Esa mezcla y su gusto por cantar lo convirtieron en un fenómeno mediático.

La vocecita de Bonavena no encuadraba con su talla y eso generaba el deleite del público que se alegraba escuchando al campeón cantando: “Pío pío pío, pío pío pa...”.

El fenómeno se hizo tan grande que Ringo y sus canciones salieron de gira por el país. Ese camino, ese breve camino, trajo al pugilista cantor a un baile de Elortondo y, a las pocas horas, a la cárcel de Melincué.

Según datos periodísticos y relatos de vecinos memoriosos de Melincué, como es el caso Jorge Basuino, tras el show, apresaron a Bonavena porque la familia de una joven lo denunció por un supuesto hecho de abuso.

Tras varios días de investigación judicial, Ringo recuperó la libertad, pero se alejó de los escenarios e hizo foco en el box. Basuino, que trabajó en el Poder Judicial y conoció al magistrado de la causa, asegura que era “un gran profesional” y que no liberó al boxeador hasta estar seguro de su inocencia.

Incluso se rumorea que el Juez recibió un llamado del Presidente de la Nación, Arturo Illia, preguntando por la situación de Ringo, el cual pese a estar enjaulado, todas las tardes, en compañía de un policía acordeonista cantaba “Pío pío pío, pío pío pa.../siempre en primavera/hay felicidad...”. 

Periodista/Fuente: Mariano Carreras (El Correo)
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