Rural | 26/07/2023
Trigo 23/24
“Los cuadros productivos se encuentran en una situación entre buena y muy buena”
Sin dudas el cambio en la tendencia climática, con la instalación del fenómeno Niño en la región, ya casi confirmada definitivamente, que arrojó lluvias por encima de lo normal en lo transcurrido del otoño-invierno, posibilitaron que las implantaciones de los lotes se lograran con éxito. A su vez, el crecimiento y desarrollo del cultivo también se viene desarrollando hasta el momento sin inconvenientes, con lotes en plena etapa de macollaje con surcos cubiertos en su totalidad.
Pero no todas son buenas noticias…como se sabe, en las campañas previas, se registraron los peores valores de lluvias de muchos años, por no decir que la última en particular, fue la más seca de la que seguramente la mayoría de nosotros alcancemos a recordar. Este fenómeno trajo aparejado una disminución de las napas, que deja a los cultivos totalmente dependientes de lo que llueva durante su ciclo, por lo menos hasta que se normalicen los registros pluviométricos y se produzca nuevamente lo que denominamos la “recarga del perfil”.
Otra situación que no es de las más deseadas para el cultivo, es la cantidad de días nublados, de baja radiación solar y gran porcentaje de humedad ambiente, que favorece o predispone al desarrollo de enfermedades fúngicas en los lotes.
Es por este motivo, que a pesar de que no se observan situaciones alarmantes por el momento, recomendamos el monitoreo frecuente de los lotes, para detectar la presencia de las mismas en una situación inicial y evitar sorpresas desagradables.
Como dato adicional, el área de siembra del cultivo para la zona central del país, de la cual formamos parte, cae un 19 % con respecto a la campaña anterior, con lo cual podemos afirmar que hay menos trigo sembrado que campañas anteriores.
Como conclusión, el cambio en la tendencia climática es manifiesto, los lotes y el cultivo se encuentran en un estado que permite ilusionarse con una buena producción, pero hay que estar atentos todavía a las lluvias que deben ocurrir durante el ciclo del cultivo y fundamentalmente, como siempre remarcamos desde este espacio, el monitoreo frecuente de los lotes para, en caso de ser necesario, intervenir a tiempo y de manera eficiente para evitar mermas de rendimiento.
Periodista/Fuente: Ing. Agr. Ricardo Miranda (Mat 82-2-0514)
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